pray

Plegaria

Hay veces que se me hace difícil creer en dios… si en dios con minúsculas, el dios pequeñito y benevolente y no el dios poderoso y magnifico, hay veces que pienso que reparte de una manera muy injusta el dolor en el mundo y me gustaría cambiarlo, verle a la cara y decirle que es un tonto, que renuncie a su trabajo porque definitivamente lo esta haciendo muy mal, ha repartido innecesariamente muchas lagrimas en los ojos de quienes no las merecían. Pero se que eso es solo una muestra de lo egoísta y tonto que soy porque dios no es el gran conserje del mundo, o un hada madrina que cumple deseos y aunque me parece injusta la realidad en su expresión cotidiana seguramente es mi forma de ver las cosas, con poca humildad y desde mi ceguera, porque ahí esta el dolor en todas partes es parte de la naturaleza humana vivir es sufrir, pero no nada mas eso es gozar es sentir es pensar es existir plenamente con nuestro cuerpo que es lo único nuestro, pero que por el contrario no es algo único ni aislado sino que pertenece a una delicada red de vida de armonía y existencia, esa red eso mas grande eso inconmensurable e infinito es dios que no funciona como pensamos sino que es cuestión de entender con el corazón y con el alma el intrincado tejido de la vida para poner las cosas en perspectiva y ver  que solo el trabajo y la humildad mueven al mundo. Pero no la humidad entendida como miseria sino verse a uno mismo como una partícula en el mar unida a otras o un copo de nieve cayendo simultáneamente con millones de otros copos.  además  creer, cerrar los ojos y susurrar bajito que todo va a ir mejor pero que uno tiene que contribuir con un poco en que eso suceda, quizá no se va a cambiar el mundo pero el solo creerlo hace que cambie el mundo propio, aceptar que a veces solo hay que sentir el dolor del otro y entregarle lo que podamos para ayudar con esa carga es conectarse quizá con Dios con mayúsculas y ser mejor en lo pequeño y en lo grande