frio
La madrugada parecía extenderse
mas de la cuenta, el sol se resistía a aparecer por el horizonte, quizá era una
noche eterna, ahí perdidos en la ciudad no se veían no se tomaban de la mano,
ni siquiera se sentían, el viento matinal sopló sobre sus espaldas y un
escalofrió tenue recorrió la de ella, elevó el cuello de su abrigo no le
quedaba animo para pedirle un abrazo, contemplaba la ciudad infinita de
madrugada que gritaba a murmullos que se incendiaba en luz naranja en pequeñas
antorchas, sobre la azotea del hotel
veían como se alargaba la distancia entre ambos se contemplaban en silencio y aun
no amanecía. luces de neón les pestañeaban en cada esquina quizá lloraban
porque en la fría noche no alumbraban a nadie porque una a una todas las
historias de amor irían apagándose en cuanto saliera el sol, no importaba ahí y en ese instante no cabía el tiempo para la casualidad, la esperanza se
enfriaba dejando una tibia resignación en sus bolsillos, ahora que ambos
conocían la verdad temblaban porque no estaban listos para asumirla, lo que los
había mantenido vivos era una mentira detrás de la lluvia, el amanecer sería
gris y nublado probablemente el resto de sus vidas consistiría en lo mismo
consistiría en una serie de pasos y huellas que llevarían siempre al mismo
lugar hacia la azotea gris de un hotel minutos antes del amanecer,
probablemente el resto de su vida cabria en el estribillo de una canción
desalentadora.
Dentro de el solo resonaba una
frase, -no me quieras, no me quieras por favor, dentro de ella solo había la intención
de rescatar las cosas, pero no había mas, nunca les explicaron que los finales
felices son parte de una mentira ideada para reconfortar a los soñadores, pero
no ya no mas habían descubierto que el milagro del amor solo era silencio entre
dos personas no existía tal, el desengaño era mas doloroso que la misma soledad
de la espera, pero sobrevivirían rotos… en algún momento del futuro reirían al
verse ilusionados por una mentira creyendo que ángeles grises les acariciarían la
espalda y les prestarían calor creyendo en la ilusión de ser libres de poder
llegar a tocarse verdaderamente solo eran locos. Intentando resolver una cuestión.
¿Quién eres? Nunca podrían averiguarlo
el latido de sus corazones era demasiado fuerte, y poco a poco iban perdiendo
el interés, al final habrían cambiado demasiado para realmente llegar a
saberlo, sus colores y sonidos se oponían se alejaban se engañaban, en donde existían
al principio esperanzas ahora solo quedaban despojos de imágenes, donde al principio el era lo todo lo que
esperaba solo quedaba un mentiroso inseguro que le pedía que no le quisiera, no
podía devolverle la mirada no podía darle un abrazo no podía tomar todo el añil
de la madrugada y dárselo en un beso.
Son las diez de la mañana parece
que al final si habrá sol un rato, las despedidas anticipadas culminaron en una
sonrisa sin malicia al final los enamorados encontrarían otros labios tocarías otros
brazos y el olvido vendría dulcemente a arrullarlos
como dice la canción... por esta noche nos podemos despedir

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