goodnight moon…
De repente la intensidad de
la luz cambio, el sol intenso que se filtraba al interior de la habitación cambio,
una nube lo había cubierto repentinamente, pero paso pronto. la luz del
atardecer se mostraba inusualmente cálida, sobretodo por los días anteriores
que habían sido grises y extremadamente fríos las cortinas bañadas por un resplandor dorado
invitaban a descorrerlas y recibir en la cara una caricia luminosa, pero como
todo en esta vida cambiaba al tratar de contemplar de cara el sol otra nube lo había
vuelto a cubrir era una lastima, menos mal que no duro mucho un viento fuerte
soplaba en lo alto y las nubes parecían correr una detrás de otra volviéndose persianas
gigantes que se turnaban para opacar el sol, al fin y al cabo que era eso mas que una tarde
de octubre, un domingo para ser mas precisos, ya alguien lo había escrito pero
ahora yo lo confirmaba el domingo por la tarde es la prueba de fuego para saber
que tan llena esta el alma o ocupada la mente, si en vez de disfrutarse parece
convertirse en un vacío en el tiempo en
un malestar incomodo en una peculiar sensación de no encajar en el mundo… hay malas noticias.
Y bueno estamos en la tierra
de los sueños rotos, renunciamos a la fantasía y ahora solo existe la realidad,
pero la realidad es oscura es fría y es mala, pareciera que las cosas son mas fáciles
cuando uno no tiene mucha idea del mundo, cuando uno no tiene que hacerse cargo
de la vida propia, ahora hace falta algo mas que una canción para sentirse
reconfortado, en los audífonos un coro sigue un suave blues goodnight moon… un baile suave
invita a tratar de olvidar. Y el recuerdo de varias propuestas de matrimonio
ajenas, sin duda traen unas cuantas penas aunque se que puedo de nuevo entrara
al monologo sobre la cuestión de hacerse adulto, de encontrar el carácter y
buscar valor
Al final va a llover, la lluvia no puede ser tan mala después de todo
aun me falta la elegancia adecuada para hablar de dios, y aunque no lo sepa he
tratado de orar, a veces es muy difícil tener fe, ahí debe de estar, intentar
cerrar los ojos y tener esa convicción ahora la suave luz crepuscular empieza a
incendiar todos los postes de luz un suspiro se convierte en un abrazo cerca de
las seis y no hay para donde escapar.

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