Angus speach
Brenda se encontraba fumando en la azotea, sentada en el suelo en una esquina, encogida tratando de ser invisible para el mundo, el atardecer rosa y naranja decoraba el cielo con nubes de algodón teñidas... y ella le gustaba, se sentia inmune a la desgracia, ahi, agazpada en su azotea pensando en absoltamente nada, escucho el grito de su madre.
-¡BRENDA!
No queria que nadie le arrancara su momento de intima compañia, de pacifica soledad, asi que decidio no contestar, quiza su madre no sospecharia que estaba en la azotea y tarde o temprano se cansaba de gritar.
-¡BRENDA!
una vez
-¡BRENDA!
dos veces
-¡BRENDA!
tres veces, su madre estaba subiendo las escaleras, su refugio a la intemperie de poco o nada le serviría, pues su madre la regañaria por no contestar la primera vez, la obligaría a ir con ella a la iglesia, brenda contuvo la respiración, algo dentro de si no quería resignarse a perder la batalla, pero no tenia ánimos para pelear, saltar a otro tejado era imposible asi que arrojo el cigarrillo lejos, cerro los ojos y espero la lluvia de gritos que caerían sobre ella.
y así fue, en cuanto la madre la vio sentada en el suelo comenzó a reclamarle ¿porque no contestaba?, ¿que había hecho todo el dia? ¿que esperaba para ir con ella a la iglesia?
-no quiero ir, susurró brenda
su madre en la mas rígida intransigencia la tomo del brazo levantandola, llena de ira completamente justificada que ardía en ella, como era posible que su hija, rechazara el amoroso abrazo del señor en solemne culto, como era posible que su hija decidiera rebelarse condenandose a si misma alejándose de la misericordia bendita del señor. asi que la llevaría así fuese necesario arrastrarla, y procedió a hacerlo.
hubo un momento en el que la presión de los dedos de su madre en el brazo de brenda acabaron por romper algo, crujió como el cristal la ultima fracción de fe que le quedaba, violentamente logro safarze y retrocedió, con una mirada dispuesta a atacar.
la madre sorprendida pero enojada gritó: -¡VAMOS A IR!
Brenda grito aun mas fuerte: -¡YA TE DIJE QUE NO!
la madre la abofeteo fuertemente
entre sollozos y gritos brenda comenzó su reclamo, lo mas honesto que habría podido decir en toda su vida:
¿porque? mamà, ¿porque tengo que ir contigo? porque tengo que sentir que nunca he sudo suficiente para dios, que debo arrepentirme todo el tiempo de ser quien soy, porque no puedo cuestionarme si no lo he visto o tocado siquiera, si no puedo sentir su supuesto amor, Brenda apretó los puños, no entiendo que quiere de mi.
estoy harta, estoy harta de pretender que llevo una vida feliz, y que acepto su voluntad, me siento como un ratón el las garras de un gato donde es aparentemente libre pero tarde el temprano el gato se lo va a comer, me siento impotente porque tengo que cargar con todos mis pecados y errores, y cada victoria es de el, estoy cansada de agradecerle todos los días que no me aplaste.
¡INGRATA! ve todas las bendiciones que tienes y que hay miles de pobres que anhelan que comer
¿no lo vez? quiza ellos ya se cansaron de pedir, yo tambien ya me canse, su amor nos hace sentir tan solos, su consuelo es insuficiente para toda la tristeza del mundo.
¡HIJA DÉJATE SALVAR!
si dios me va a demostrar su amor con una bofetada, mamá no me interesa tu dios. cuantas oraciones hay alla afuera sin respuesta, cuantos corazones rotos, si decidera lanzarme de la azotea y muriera ninguna oración me haria volver.
dios esta en las relaciones, en ningun otro lugar si hay milagros te lo puedo jurar

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