lluvia
Miró sobre sus anteojos el gesto fue de complicidad, había algo entre los dos que no podían negar, todo estaba listo, algo pareció explotar. hace tiempo que se había visto por primera vez, el encuentro a decir verdad fue completamente extravagante, y ahora lo que había nacido en aquel momento crecía de una manera lenta pero que se expandía hasta el infinito, era una tarde de octubre, y acababa de llover, juntos corrían bajo de la lluvia buscando un techo bajo el cual aguardarse con las emociones removidas por la carrera y los rostros lavados por la lluvia no pudieron hacer otra cosa más que mirarse a los ojos, la contemplación de su reflejo en sus pupilas fue el detonante para una acción rebosada de ternura. Le besó… recargado en la pared le vio de frente le extendió su pecho y un kilómetro de silencio lo atrajo hacia sí, lo tomo entre sus brazos y lo abrazo, el infinito parecía licuarse a su alrededor, los restos de la lluvia que goteaban en su improvisada guarida, cantaban una sinfonía de murmullos que hasta tenían un toque de envidia a los amantes, el beso sonó como locomotora dentro de cada uno, en su pecho se oyó un golpe seco, dado de dentro hacia fuera, era su corazón, que quería escapar de ahí, deslizarse o volar hacia quien sabe que lados… paso tiempo, poco para la gente que goza de amor.
-sabes… te amo
-si lo sé, yo te amo también
-sabes que el decir te amo es tan fácil
-sentirlo no tanto
-aun así, creo que deberíamos guardar tales expresiones para fechas especiales
-si así lo crees por mi está bien
-si lo sé, yo te amo también
-sabes que el decir te amo es tan fácil
-sentirlo no tanto
-aun así, creo que deberíamos guardar tales expresiones para fechas especiales
-si así lo crees por mi está bien
Y realmente estaba bien, no había necesidad de palabras, cada gesto cada acción cada instante se consagraba a un amor distinto con un dejo de peculiaridad, y sin duda muy particular, ambos sabían que estaban unidos por más de un lazo, y eso los hacia tan felices, tan tontamente felices, tan seriamente felices.
-me enseñaste karate y a despertarme temprano
-y tú a valorar un van Gogh, y a reírme sin motivo
-¿fue un cambio justo no?
-y lo seguirá siendo
-y tú a valorar un van Gogh, y a reírme sin motivo
-¿fue un cambio justo no?
-y lo seguirá siendo
Le entrego amor sin medida, le dio un beso de puntitas, y ambos se atrevieron a vivir la inmortalidad…
imagen from: http://fightfortruemeaning.tumblr.com/


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