colaboración


Tu habilidad para pescar, fue buen pretexto para acercarme tocar el pandero
y, al tiempo que tocabas, sentí alejarse el sonido con el aire
un paso detrás del otro, sobre tu hombro un gesto
y sobre tus ojos, el reflejo de las pisadas que dejaste atrás.

Es duro partir, dejar a alguien atrás... la mitad de una naranja para compartir es duro partir, mirar hacia adelante y encontrarse en el límite entre lo consciente y lo oscuro
el sueño es un globo de nieve, donde no cabemos...
la nieve se derrite al sol. Deja los mares romper a su paso
y sobre la playa un gris horizonte, hullas que se alejan, olas que se van.

En aquellas grisáceas nubes, la sal se azota contra las piedras de la costa. Las pisadas mueren, las horas se evaporan, los hombres se van.
La sangre está ahí, escondida de la vista.

El corazón palpita, revienta. Las nubes se visten de luz solar
tu imagen por el horizonte escapo, sobre mi cabeza en lo alto aves vuelan sin cesar
y en vuelo efímero llegué a lugares desconocidos, invisibles.

Es necesario volver a aprender una lección de humildad, esa innecesaria sensación de paz
...es transparente, como tu cuerpo entero.
En algún momento debe dejar de doler, alzar la mirada un consuelo para la soledad
un cristal para esta locura que parece no tener final

Hasta la locura tiene su índice de dificultad, apretar lo puños sin dejar de gritar, sin parar de gritar pero yo, yo no escucho mi propia voz. Yo no sé de sus gritos.

pequeño poema co-elaborado con Victor Fo http://skope06.blogspot.mx/

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